lunes, 12 de enero de 2009
Ama y señora (como alguien le dijo)
Eres dueña única del respeto que pueden ofrecer mis manos. Quizás tratarte con sutileza y atención no es suficiente para ganarme toda tu confianza y afinidad. Quizás algún día podré comprenderte como nadie más puede, pues no podré desear más que oirte cantar aquellas melodías que han recorrido el tiempo conmigo...
Rescatada de mi fotolog. 14/02/06.
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