Día 7

Ya que había pernoctado en la casa de l tío no hubo tantos problemas de sueño al levantarme, salvo que entro imitando la diana con la que lo despertaban a el. Un desayuno tranquilo con el tío y el mauro y más rato llegaron mis viejos con el milo. Por suerte ya estaba todo listo así que salimos luego. Pasamos a comprar pan al supermercado y empezamos el viaje a las termas de Puyehue. Paramos en frutillar un momento para mirar el lago desde el muelle, una vista tan hermosa como las muchas que ya hemos visto. Después pasamos por Osorno y nos encaminamos a Puyehue por un camino rodeado de naturaleza y belleza acompañado del incomparable hueveo familiar. Una vez en Puyehue, descargamos la van (con los cooler de madera que tenía mi tío). Luego nos dirigimos a un quincho que estaba a un lado del río Puyehue y un paisaje esplendoroso de árboles.


El tío y mi viejo empezaron a preparar el asado, mientras con el Mauro y el Milo recorrimos hasta donde pudimos el río.



Más rato el almuerzo y a descansar un rato mientras los viejos fueron a las termas, después nos encaminamos por una selva muy hermosa muy al estilo tierra media que recorrimos con los primos y el Milo en busca de una cascada que nunca encontramos pero si un pequeño salto que era lindo igual.


Después del selvático paseo bajamos a comer algo y aproveché de chapotear en el río cuya agua estaba demasiado helada, pero genial. Al rato cargamos la van y volvimos a la casa a ver fotos.
En resumen, hoy fue un día muy bueno, genial, paisajes hermosos