jueves, 21 de mayo de 2009

El último atardecer




Abrazado por la brisa del mar, me dejo acariciar por los últimos rayos del sol, cierro mis ojos y sólo puedo ver tu sonrisa brillante y encantadora como siempre. Doy partida a unos cuantos arpegios y con cada lágrima se va una imagen tuya.

Si el tiempo lo permitiera volvería a acariciar tu hermosa piel y dejarme abrazar por tu mirada.
Susurrarte al oído las bellezas que sólo el cielo esconde y abrazar tu alma hasta dormir.
Dejar que tu dulce voz entre en mí y recorra los espacios más recónditos de mi corazón.
Tomar tu mano y dejar que nuestros cuerpos jueguen con el infinito equilibrio entre el sol y la luna.
Sentir el aroma de tu cabello y dejar que me abraces hasta que las estrellas dejen de brillar.

Una vez más, mi corazón yace a costas del destino y sólo puedo sentarme a ver el atardecer acompañado de melodías que cantan por volver a sentir tu corazón junto al mío. Mas sólo me acompaña el reventar de las olas y la blanca arena que cobija mis lágrimas.

El tiempo nada cambiará y el sol ya me ha dejado de alumbrar. Contemplo las estrellas y su belleza por última vez. Dejo que la luna me bañe por completo y permito que las olas me sirvan de cobijo para dar mi última siesta.

…Sólo puedo pensar en llegar al fondo del oscuro mar y fundir mi alma con la tuya.

Juntos nos convertiremos en un destello que opaque a la luna y alumbre donde el sol no llega.

La eternidad será nuestra.



Ya no aguanto que mis pasos no tengan quien los acompañe...