viernes, 22 de octubre de 2010

¿Cómo enfrentar un miedo?

No vale la pena olvidar algo que te ha perseguido y aterrado, porque tarde o temprano vuelve a surgir. Estés cruzado de brazos sin hacer nada o puede ser como un relámpago que cruza tu mente en cualquier momento. Sin saberlo no hemos sido capaces de eliminar este miedo.

Miedo a la agresión, a la violencia, miedo a ser agredido, a no poder defenderse, me inmoviliza, me restringe, limita mi vida, me siento incapaz, débil, cobarde.

Un miedo que no ha querido ser desterrado. ¿Cómo avanzar? no quiero que este sentimiento tan atroz me limite, quiero salir, poder gozar tranquilo de todo lo que esta cultura me pueda ofrecer, disfrutar sin preocupaciones de que este miedo me vuelva a invadir jamás.

¿Cómo ser valiente y enfrentar la ignorancia y poco razonamiento de golpes, de odio, de violencia? Es algo que en estos momentos de verdad ansío.

No te reconocí sino hasta un par de meses, oculto en las sombras de mi subconsciente, esperaste el momento oportuno para salir, crecer y domar mi imaginación, volviste a presentarte en cada momento posible, trayendo golpes a la memoria y una autodesvalorización. Creciste más de lo que pude haber imaginado y te incubaste como un parásito en mi cerebro, alimentándote de la mierda masiva, imágenes y recuerdos de aquel momento en que decidiste ganarme y vencer mi propia confianza, vencer mi valor y mi tranquilidad.

Ahora lo puedo decir, tengo miedo y, por lo mismo, ahora que lo sé, resulta imprescindible hacer algo contigo, deshacer tu horrible memoria inculcada en mi valentía que me encarcela en el ayer y no me permite botar estos lingotes que me mantienen preso. Borrarte, destruirte, trabajarte, transmutarte…

Estás en la mira y ya luego acabarás. Mi valentía conciente limpiará mis sueños y recuerdos de la escoria que has infundido, las transformará en bien, en la otra cara que juegas allá dentro.

Concentración, voluntad, deseo, una creación mental sobre la cual trabajar, que sea el cimiento de pureza y belleza, donde no se vuelva a albergar nada parecido a ti, ¡jamás! Luz que ilumine tu sucio andar por mi esencia, luz que brille tras cada sombra que has sembrado.

Tranquilidad, amor, paz y fe… confianza.

Es necesario que des media vuelta y te desvanezcas.
Es hora de que el amor reine.

Amén.

Aliviar las penas en la gracia y la belleza de escribir y desahogar mi mente, dejar que las palabras iluminen y destierren miedos. Tratar de dar riendas sueltas a la imaginación y comunicar al mundo con sutil delicadeza aquello que me acongoja.
Nada es para siempre y este sentimiento de miedo debe ser desterrado, transformado… ¡debe ser transmutado!

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lunes, 7 de junio de 2010

Saturnine - The gathering

Un concierto inolvidable, The Gathering en Chile 2007. Este tema es uno de mis favoritos y orgulloso de haberlo coreado con toda esa audiencia aquella vez. =)


miércoles, 17 de marzo de 2010

Navegante




Desde un puerto sin nombre ni ubicación, zarpa sin rumbo ni razón en un bote de frágil carcasa para conocer y crecer, para descubrir y aprender.

De noche la luna alumbra un sendero sin destino ni dirección, son tan sólo las leves olas quienes dirigen su embarcación. Unas tras otras, fuertes y lentas; suaves y rápidas. Las estrellas hacen de su oscuro espejo un océano donde un mundo habrá de enfrentar.

Una tierra fértil y abundante deja atrás, con miedos y amenazas, él sabe que hay algo más. Las preconcepciones inculcadas no fueron suficientes para estructurar un mundo que, como un manto oscuro, impide traslucir la luz y verdad que ansía.

La luna se abraza de nubes, las estrellas se envuelven en un manto gris, las incontables olas cesan, un telón suave cubre sus ojos. Sentado en la cubierta, sopesa su navegación, nada parece estar muy claro, duda sobre su decisión. Sumiso y absorto en su mente, cree divisar una luz entre tanto espesor, a lo lejos se puede ver un resplandor.

Calurosas tardes llenas de entretención, juegos y diversión, todo se siente bien, feliz de vivir. Aquellas tierras solían ser un paraíso digno de ser vivido, mas de vez en cuando por un vacío era invadido, un sentimiento de desadaptación e inhibición. Un sentimiento sin causa invadía su cuerpo, nostalgia, destierro, a pesar de verse querido, algo le hacía sentir desapego. Tras un largo día de felicidad, caía la noche y en soledad llora, llora por una melancolía, un vacío que aniquila su pecho, angustia que acarrea sin saber por qué, un amor que algún día debe dejar de existir. Un pensamiento de origen inexplicable, un amor comprobado que añora antes de perder.


Abre los ojos, las estrellas han vuelto a su vanidad, la luna con un brillo sin igual, el agua permanece quieta, la tierna oscuridad de la noche abraza su lucidez, la tempestad está serena. Lentamente, navega, cauto, deseoso de encontrar un resplandor de sabiduría y verdad… de belleza.

Tras horas de calma, una agradable brisa comienza a soplar, lenta y cuidadosa, tierna... cariñosa. Su rostro levemente se humedece mientas contempla el cielo con alegría, al parecer, provocada por dicho viento.

Todo marchaba satisfactoriamente. Con el paso de los años se aprendía mucho y se olvidaba otro tanto. Lo más importante era ser responsable, cumplir con los deberes y hacer las cosas bien, de lo contrario, no hacerlas. Era la forma de vivir, no habían pretextos sólo nociones preconcebidas, buenas o malas, verdaderas o falsas, ¡qué importaba! así era el mundo y no había más vuelta que darle. Fuera de eso el premio era la recreación intelectual o física... aunque más intelectual que física, dando paso a un mundo apartado de la banalidad social y, a veces, hasta familiar, tratando de comprender preguntas que otros responderían al cabo de pensar un rato sin entenderlas, sembrando curiosidad ante cosas que los demás daban por hecho, creando una puerta que de a poco iría abriendo hacia un mundo del que no muchos hablaban.

De pronto aquellas tiernas gotas y suave brisa entraron en furor, la nave se estremece, entra en pavor. Sin dejarse llevar por aquel estruendo, ajusta las velas para no perder la dirección, el viento es cada vez más fuerte. Entre relámpagos y aguaceros logra navegar de forma angustiante y tambaleante.

Muchos conceptos se volvieron incomprensibles y algunos hasta absurdos, cómo no si con el tiempo daba cuenta de cómo giraba el mundo y comenzaba a cuestionar y tratar de comprender. Busca respuestas y soluciones, a veces, sin siquiera quererlas. Destronar tradiciones, derrumbar paradigmas que erguían sobre ellos un mundo infundando en miedo. Era como si de pronto todo fuese falso, aquel mundo de colores y su infame armonía, muchas cosas ya no encajaban a la perfección, había algo dentro, algo que tenía que conocer y comprender. Una luz de verdad y plenitud de conciencia que golpeaba aquella puerta que de a poco se erigió en su mente, a lo cual respondió en él un íntimo deseo que respetaría y que nadie opacaría.

Su rostro empapado de lágrimas de cielo y mar, se esfuerza por poder navegar, fiel a su instinto, no se rendirá, ante la perseverancia y dedicación nunca supo renunciar. De entre tanto aguacero una potente llama explota al reventar un rayo en su proa, las cosas empeoran, es un infierno donde ha de estar. Las esperanzas se enajenan a la distancia.

Y ahí estaban… las piedras con las que siempre tropezamos, quiera uno o no están ahí para acariciar la punta de tus pies. El porrazo duele, cómo no si aparecen cuando menos lo esperas, cuando todo está bien y derepente... de hocico al suelo. Unas dolieron más que otras, claro está, pero más que el porrazo, lo que fastidia y te arruina es saber que estás de bruces en el suelo, muchas veces sabiendo que sería bueno cogerse a la piedra y llevarla en el bolsillo, dándote un poco de seguridad en el camino y sabiendo que al tener una las demás no se arriesgarán a tocarte. Pero ahí te quedas, cierras las persianas al mundo y te pones a pensar en la maldita piedra. Siempre volviendo a ponerse de pie... de que cuesta, cuesta, pero a porrazos se aprende y la lección es buena.

La poca parte que resta de la barcaza naufraga en un remolino, ¿se habrá dado por vencido? Ya nada más queda enfrentar y adentrarse al único destino que ante él se abre, las acogedoras penumbras del océano, el abrazo de la triste y fría soledad que aguarda donde todos temen ir, donde todos temen morir. La embarcación reducida a simples maderas se desvanece en lo desconocido, se siente totalmente rendido. Se zambulle en la serena y eterna oscuridad, el miedo que invade su cuerpo por fin ha logrado dominar.

Unas fuerzas incontenibles de gritar me sofocan, es una energía que transforma mi voz en un poderoso trueno, pero sigo aquí tendido en la nada, aún existo, pese a que todo se ha desvanecido sigo conciente, vivo aquí en mi conciencia. Aunque nada hay a mi alrededor existe un espacio que puedo abarcar de forma infinita, ¿qué significa todo esto?... no lo sé. No siento nada, el miedo se ha ido, el tiempo, la angustia, vivo suspendido en este eterno y oscuro vacío, puedo volar, puedo caer, ya no soy un cuerpo. Es como un renacer... libre, sin amarras e ideas que yo no inventé, libre ante la vergüenza que la humanidad tiene de sí misma, sin cadenas ni sentimientos auto impuestos, sin cadenas que me aten al cuento que todos gustan de comprar. Siento el universo, millones de constelaciones explotando dentro de mí, vienen y llenan mi alma de fuerzas que con afabilidad y agradecimiento recibo. Mi conciencia se expande hacia la infinidad y, a la vez, puedo ser parte de ella, recorrer cada memoria, cada sentimiento que guarda mi niño interior. Lo veo llorar, sufrir, rendido, acabado sin entregarse a un cambio, una solución... decido ayudarlo. Juntos recorremos pasajes de la vida, de la mano, paseamos por los momentos más dulces y los más amargos... comprendemos los instantes, entendemos a nuestro dios interior, nos valoramos mutuamente y en vez de borrar o destruir, decidimos cambiar, ceder ante la tentación de forma novedosa, utilizando aquellas energías devastadas para crear en armonía. Rompemos límites con sutil belleza, se alegra, se recompone. Inventamos poemas, pintamos, jugamos con recuerdos y nociones que ya no harán de su angustia una prisión eterna, su ego ya no tiene fronteras pues se ha unido a dios y al universo, ¡¡libres al fin!!... luego lo observo y ya ha madurado, juntos nos fundimos en un abrazo, somos uno solo, una sola alma que navega en la inmensa conciencia del universo, en el pasado, el presente y el futuro, una sola alma junto al Todo, a lo que fue, es y será. Plenitud y calma recaen sobre mí, he encontrado aquello tan anhelado, aquel deseo incomprensiblemente frustrado se ha ido.

Un paseo por las estrellas, un viaje sobre un cometa, nadando entre las nebulosas, acariciando la ínfima paz y perfección, admirando los más sutiles detalles de la hermosa creación…

De pronto aparece una puerta ante mí la abro y un resplandor me ilumina por completo... me deja completamente encandilado... es el rostro de los dioses, la belleza última... la maravillosa verdad...

Abre los ojos y se halla tendido a la orilla de una playa, el sol brilla sobre él, se recompone para mirar al su alrededor, todo parecer estar donde debe estar, la angustia se ha ido y en plena armonía… nada mejor que un paisaje familiar.

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Inspirado por Jodo

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martes, 19 de enero de 2010

El poder de la mente

Iré de aquí a la luna sin mover un dedo

Con sólo un dedo cubriré de sombras el mundo

Mi mundo será tan feliz que todos llorarán

Con una lágrima podré extinguir miles de estrellas

Necesito sólo una para alumbrar mi destino

Seguiré mi sendero hasta los confines del universo

En el vacío alzaré montañas de pensamientos

Moveré cada obstáculo que me impida evolucionar

Transformaré la risa en llanto y el llanto en risa

La felicidad será algo que olvide recordar

Cada memoria será parte de este mundo onírico palpable

El verdadero, me abrirá las puertas hacia un nuevo océano

En la inmensidad de mis sueños hallaré cobijo

Amparo astral que me guíe hacia lo esencial

La belleza…

… la verdad.

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jueves, 7 de enero de 2010

Máscaras

Muchas veces, cuesta sentarse a pensar y descubrir las miles de máscaras que envuelven lo que realmente es tu ser esencial. Percibir cada careta y encontrar o adivinar su origen: ¿porqué está ahí? ¿Porqué la llevas puesta presentándote al resto de las personas? Quienes probablemente no se percaten de ella ni tengan conciencia de que también llevan una.

Mientras tomas conciencia sobre estas máscaras, te das cuenta de que cada una pesa dentro de ti y mientras más sean, mayor es el peso que deberás soportar. Estás obligado a cargar con cosas que tu ser esencial debe aguantar, arruinándose con el paso del tiempo, maltratándote sin que lo notes. Luego, miras a las demás personas, algunas ni siquiera perciben que son ellas mismas y ves que el peso de sus máscaras ha destruido por completo su esencia, lo que arruina su vida sin entender nada de lo que les ha sucedido.

Tomo una de las máscaras, la retiro de mi rostro y la observo mientras la sostengo en mis manos. Logro ver algo externo, algo que se formó fuera de mí, algo que vino desde el exterior y no algo que nació dentro de mí. Cosas que me dijeron sin interesarme en ellas, cosas que se impusieron por intereses de otros. Barnices y llamativos colores que cubren una sagrada verdad te entregan una falsa personalidad que oculta una tímida belleza. Máscara tras máscara se desprenden, contando cuentos sobre felicidad y salvación que encarcelan la belleza más ínfima de un ser humano, algunas tristes otras alegres, otras cantando esas canciones de radio que hicieron de ti un prisionero inadvertido de su realidad, limitando o anulando los horizontes de tu conciencia.

Entonces, comienzas a darte cuenta de cómo moldean tu conciencia miles de aspectos culturales, sociales y familiares, sin darte cuenta que muchas veces te hacen ir contra tu propia voluntad porque “crees” que está mal, cuando es el entorno quien te hace “creer”. Esto construye un cuerpo vacío hecho de preceptos y prejuicios, ideas falsas y sin su propio juicio, un ser que deambula por un camino que le pintaron y obligaron a seguir sin jamás contarle que mataron lo más hermoso de él/ella: su espíritu.

Son muchas máscaras y sólo será bueno dejar aquellas que sean transparentes, aquellas con las que nuestro ser esencial se sienta a gusto y te permitan expandir la conciencia hasta límites inimaginables, en una sociedad contaminada por el egoísmo, la hipocresía y la avaricia. Máscaras que sirvan como cristales de vida dispuestos a dejar relucir la belleza más pura dentro de ti: tu verdad.





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martes, 5 de enero de 2010

Delirio

Desearía desangrar tu mirada
Con el amor de mi odio
Danzar con tu cuerpo decrépito
Mientras mi parte animal se regocija

Vomitar las sensaciones más sanas
Verte demacrada ante la ternura de mis pensamientos
Sentir como tu llanto alimenta mi calma
Ver como mi corazón se destroza ante tu agonía

Ahogar tu sonrisa
Escupir tu cariño
Liberar mi mente

Lanzarme por un precipicio
Y que mi ira se libere
Al romper mi cuerpo con las rocas
Dejar que la naturaleza estalle

Tomar un viaje oscuro e infinito
Saciar la sed de mi alma
Abandonar toda sensación
Dejar que el tiempo haga de mí lo que le plazca

Oírte reír y que mi alma se despedace
Verte llorar y que mi corazón se agite
Bailar al son de tus lamentos
Sentir que mi sangre fluye dentro de ti

Dejar que Apolo encandile mi memoria
Y que ardan tus sentimientos en un altar profanado
Por tu vulgaridad animal e hipocresía
Que han hecho de ti su mejor obra

Gritar hasta ensordecer a los dioses
Permitir que el sentimiento explote
Abandonar toda racionalidad
Y entregarme al infinito

Despedazar tus recuerdos con mis manos
Destruir la dulzura de tu mojigatería
Con un resplandor del amanecer
Dejar que los cuervos te merezcan

Que tu aliento se apague bajo un claro de luna
Contemplar tu palidez, llorar sobre tu seno
Y dejar que mi amor se desvanezca
Explotar y ser partículas de aire

Llorar junto al cielo
Y en una lágrima destruir mi existencia
Cerrar los ojos hasta desaparecer
Sentir el universo…
… volver a nacer.



Este lo escribí hace unos meses, había olvidado subirlo =P

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