Mi vida sentimental no ha sido del todo buena durante el último año, lo que no quita que siga averiguando, buscando y entendiendo a mi persona, lo que me motiva, lo que me causa rechazo, lo que soy y lo que hay más allá de mi conciencia.
Hace poco tiempo creí haber sentido algo que se conoce como odio (o al menos así lo creí), aquel polo opuesto al amor, pasó mucho tiempo desde que lo sentí por última vez. Sin embargo, ésta vez última duró poco. Fue entonces cuando se me vinieron a la mente las palabras de un amigo: "tu problema es que eres demasiado bueno". Ser demasiado bueno... mmm. Curiosamente, un par de días atrás encontré que uno de mis lemas según las cualidades de nacimiento es “yo amo”. Tras este pseudo análisis de mi persona (más otra información que he leído) todo calza de a poco y veo dentro de mí que algo es cierto, yo no puedo odiar… Claro, en ciertas ocasiones lo hago, como con los flaytes, los medios de comunicación que vuelven más estúpida a la gente, la ignorancia, la hipocresía, entre otras cosas, pero no así con personas, con seres humanos individuales y más aquellos con los que mantengo algún tipo de relación. Cuando me enojo, no es algo que duré más allá de un par de minutos y en caso de ser algo extremadamente grave, no durará más allá de un par de días o inclusive horas.
Dicen que del amor al odio hay sólo un paso, pero mi polaridad natural está en el amor y por más que quisiera odiar no lo logro. Quizás de ello se desprenda lo comprensivo que algunos señalan que soy o que no sea una persona violenta ni cruel. No puedo lastimar, me cuesta hacer daño. Probablemente, esto también lleve a que en algunas ocasiones me dejo pasar a llevar. Mi ego no es grande y orgullo creo que no tengo.
Esto sólo se agrava más al saber que soy sensible y con un mínimo roce puedo enojarme, pero un enojo pasajero que al cabo de un momento se esfuma. Hay una delgada línea entre el odio y el amor, y cuando paso al odio (molestia, enfado, enojo) ya estoy volviendo al amor.
Así también puede ser lo que me motiva a ser persistente en lo que quiero, dicen que el amor es la fuerza más poderosa. Esto va de la mano y combina muy bien con mi sentido romántico (entendamos romántico no como un tipo que canta canciones mamonas a las mujeres, sino aquel tipo con ideologías propias del romanticismo).
Tal vez, sea esta condición la que no me hace encajar, pues veo y reconozco hipocresía en cosas que la gente de hoy disfruta. Me alegro de que no todos lo hagan.
A veces me gustaría sentir ese rencor u odio que algunos fácilmente cultivan y sumergirme en su mundo actual de banalidades con las que disfrutan, ríen y al otro día conversan en las calles, ser parte de ese rebaño donde las preocupaciones tienen solución día a día porque son superficiales, donde puedes mandar a las personas a la cresta fácilmente sin que te importe, ya sea tu familia o amigos. Es entonces cuando me detengo y me pregunto ¿por qué? ¿Por qué dejarme cautivar por tonteras que no me llenan ni satisfacen? ¿Por qué seguir a la manada si veo que la manada solo va hacia un acantilado? ¿Por qué ellos no lo ven? Escuché un par de veces que se debe amar a los demás, pero no me entró por los oídos como a la mayoría de ellos, lo mío viene de adentro de mi condición de ser humano, no de reglas de moral y buenas costumbres. Mi pasión me vale más que ser parte de un colectivo ignorante del verdadero sentir de esta vida.
Me cuesta no enojarme por cosas muy pequeñas, pero es un enojo leve y efímero, un tipo que trata de hacer el bien y busca el amor en y para su entorno, y para sí mismo, que piensa utópicamente que si todos dejaran de ser tan superficiales las cosas serían mejor... Qué disparate, ¿no? Bueno, soy un romántico que quieren que les diga, prefiero caminar por la playa de noche antes que carretiar, me gusta la verdadera música, esa que hacen los músicos y no los computadores con un tipo cantando feo, me gusta el arte renacentista, barroco y claro, el romanticismo. No veo tele porque se duermen las neuronas, prefiero jugar play antes que ver yingo, calle 7 y esas tonteras, porque así mantengo a mi neurona trabajando. Me gusta pensar, pensar mucho mucho, pero no pensar cosas que ya pasaron, pensar en cómo soy, en lo que hago, en cómo gira el mundo, saber de dónde vienen mis sentimientos, a dónde van; conocer cosas de mi interior antes que alguien venga e imponga una verdad válida para él y no para mí, buscar esa verdad que se esconde tras varias culturas y creencias. Comprender que en cada parte y cada caso hay una pieza de belleza, de verdad, que estará a la vista sólo para aquellos que quieran verla. Saber que entre tener sexo y hacer el amor hay una diferencia enorme que prácticamente nadie comprende. Entender lo maravilloso que es este planeta y deleitarme con el amor que ofrece. Traer a esta tierra mis sueños y ayudar a mis seres queridos a que traigan los suyos.
Todo muy lindo, ¿cierto?... ¿Por qué? Porque para la mayoría alguien ya les dijo que es lo que deben hacer o simplemente se resignaron a conseguir sus sueños, porque no pueden sacarle ventaja al sistema.
Así como muchos deben cargar con una vida superficial, estrés, malos ratos, engaños maritales, entre otras malas hierbas, yo cargo con no poder odiar y si alguien dice... pero yo tampoco puedo odiar, este tipo es un exagerado… pregúntense a ustedes mismo si sienten orgullo por lo que son, si sienten que son mejor que cualquier otra persona, si reciben mal las críticas, si creen que nadie los puede lastimar sin razón alguna, que nadie los puede molestar, si creen que ustedes son los únicos que siempre tienen razón y que la opinión del otro no sirve, si les molesta la libertad de otros... entonces vuestro orgullo es grande. Si te enseñaron que dar y ayudar a las personas es bueno para que te vayas al cielo, está mal, eso viene de adentro, del fondo del ser humano, eso es natural. El propio ego se ha apoderado de muchas personas.
Mi corazón estará abierto para que mil balas lo atraviesen una y otra vez pues la sangre de mi amor es infinita, mas sólo alguien llegará y lo cubrirá, y aquellas balas se transformaran en bellos pétalos que adornen mi pasión.
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