Vitácora: día 1

Cagao de sueño a las 5:30 de la mañana me levanté, me bañé y afiné los detalles de mi mochila, pero puta siempre algo falla y esta vez no sería la excepción, unos minutos en la carretera y me acordé que se me olvidó acordarme de echar los lentes, pero bueno son detalles. Y así comenzó la cruzada con el Milo al volante hasta Talca, ahí hicimos una parada en un Pronto COPEC, a tomar un cafecito.





En el tramo que va de Talca hasta Salto del Laja apareció un percance y nos detuvimos en la carretera durante 10 minutos aproximadamente, el motivo fue unos pescadores que protestaban por no sé qué mierda, pero el chofer del bus de adelante nos dijo “no amigo si tenemos pa’ rato”… menos mal que no fue así y los señores pacos nos dejaron avanzar luego. Quién iba a imaginar que en ese trayecto del camino me iba a encontrar con personajes tan familiares como don guanaco, don zorrillo y las clásicas tortugas ninjas ingredientes clásicos de las revueltas de Santiago. Luego la gran parada en el Salto del Laja para descansar y almorzar tranquilamente. Aun estaba cagado de sueño pero conforme y contento con lo visitado.



Continuamos hasta las entradas de Osorno y ahí me di cuenta que la Soraya vive a la mierda del mundo. Lo bueno es que al saber que uno está ahí ya no queda más de una hora de viaje para llegar a Puerto Montt. A las 10 p.m aproximadamente estábamos en Puerto Montt Y una vez acá fue bastante agradable brisa marina, un viento muy helado, genial, muy agradable en comparación al horno metropolitano. Pero la maravilla duró hasta que salí a recorrer terreno con mi familia, porque puta que es feo Puerto Montt y hasta un tanto flaytongo, pero bueno era de noche, espero que de día cambie más la cosa. En fin, lo importante es salir a recorrer los alrededores como dice el milo, Petrohue, Puerto Varas, Llanquihue y otros lares – jajaja -.
Bueno eso es todo por hoy, cambio y fuera.